Un fin de semana inolvidable en este pequeño pueblo de Asturias. Ya habia pasado lo mas gordo del temporal pero a nosotros nos tocó ver el pueblo con 50cm de nieve. El tiempo no nos acompañó pero nos sirvió para reencontrarnos, disfrutar de la gastronomia y alguna pequeña ruta en raquetas. El destino es mágico para los que vivimos en una gran ciudad, la casa ha sido un gran descubrimiento. Limpia, caliente, el trato de lo más correcto, ningun problema a la hora de la devolución de la fianza por el perro, pero hay algo que no se como describir, es la sensación de levantarse al lado de mi pareja abrir las cortinas y encontrarnos con ese paisaje nevado, unas vistas que jamas vamos a olvidar. Enhorabuena por la casa